Nos levantamos tempranísimo para ir a ver a los loros comer arcilla en una ladera. Llegamos allí en barca. A las cinco ya estábamos sentaditos en las sillas con el telescopio preparado. Vimos cómo iban llegando los loros de cabeza azul, de ojo blanco y otro de alas rojas y amarillas. Un espectáculo maravilloso.
Volvimos al refugio, desayunamos, descansamos un rato y nos fuimos con Germán a hacer canopying (volar de árbol a árbol deslizándose por un cable). Después de una larga caminata llegamos a la primera plataforma. Nos explicaron las normas y el procedimiento y
Volvimos entusiasmados. Comimos, por cierto el cocinero Miguel, aunque no como Marisol, cocinaba genial. Siestecita frente al río y paseo hasta un lago para ver a unas aves prehistóricas llamadas Epistocomus Hoazin. Extrañísimas pero bonitas. Por el camino, como siempre, vimos monos y varios tipos de aves, algunas ya conocidas por nosotros. En el lago, lugar espectacular, estuvimos con unos lugareños y vimos al ave que imita hasta cincuenta sonidos de otros pájaros.
Regresamos y nos reunimos de nuevo para cenar.
Era la última noche de Sandra y Ramón y nos tomamos varias cervezas como despedida. Muchas risas, hasta tarde, ya sin luz. Nos lo pasamos genial mientras a oscuras veíamos salir la luna sobre el río, como un amanecer en blanco y negro.
-Ana-
1 comentario:
Ay, ay, ay!!!, voy a tener que dejar de leer este blog.... la envidia me corroe....y para más "inri" lo leo buscando cada cosa en GOOGLE - IMÁGENES, así que os podréis imaginar lo que lo estoy "disfrutando"....
Besazos y abracísimos....
Jos
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