El 21 de Agosto de 2007 empezamos un viaje para recorrer algunos países de Sudamérica: Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hemos creado esta bitácora para ir anotando las cosas que pasan a espectadores como usté.
Habrá dos territorios separados: uno lleno de lo que Ana haya visto y el otro no.

Que lo sepas...

“Durante mucho tiempo estuve pensando que la vida, la vida de verdad, estaba aún por empezar. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que debía solucionarse en primer lugar, algún asunto inacabado, ocupaciones, deudas por pagar. Finalmente me di cuenta de que todos esos obstáculos eran mi vida. Esta forma de ver las cosas me ha enseniado que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Así que valora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie. La felicidad es un viaje, no un destino." (Souza)

CLIV (23/01/08) Asturias, ES

Santiago de Chile, Chile - Asturias, España
Llegamos a España y algunas de las maletas tardan una hora y media en salir por la cinta (las nuestras entre ellas, claro). Casi completamos el círculo del viaje con una nueva pérdida de equipaje, pero al final todo sale bien.
En Iberia nos hacen el gran favor (sin haber pedido nada) de colocarnos en un vuelo a Asturias mucho más temprano que el que teníamos reservado, así que llegamos a Ranón un poco antes de las diez de la mañana.
No tenemos más que añadir.

-Ana y Luis-

Regreso
Desde los últimos días de viaje hemos afrontado la vuelta de una forma bastante poco dramática en general. No hemos estado, durante estos días, acordándonos constantemente del inminente fin, sino que hemos seguido con tranquilidad tratando de disfrutar cada día.
En el avión que nos devolvía a España fue donde sentimos los primeros calambrazos. Cortocircuitos brevísimos, relámpagos despiadados nos revelaban con crueldad nuestra condición de “ya no viajeros”. Con el tiempo se fueron haciendo más frecuentes, más extensos, más reales y menos violentos.
Durante los primeros días en casa permaneció en la parte trasera de nuestras despistadas cabezas la sensación de que cualquier coche o autobús que tomábamos (aunque fuera urbano) nos iban a llevar a algún destino exótico. Sin embargo, no resultaba decepcionante descubrirnos en Roces o en León. Simplemente las cosas eran así y no de otra forma.
De la costumbre de escribir se nos han quedado ojos de contar y todo lo que vemos, ahora ya en España, lo pasamos por el tamiz del blog y mentalmente comenzamos su redacción. Esa nueva forma de mirar nos lleva a descubrir detalles nuevos en lugares antes trillados y de sobra conocidos. La curiosidad que se nos despertó en el viaje parece que también tardará un tiempo en cicatrizar.
Creo que una parte de mí se ha quedado en Sudamérica. Es una parte que voy a echar de menos, con seguridad. De hecho, no me reconozco por completo en la persona que escribe esto.

-Luis-

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