Nos levantamos con intención de visitar los tres fuertes españoles del S. XVIII situados estratégicamente para proteger la desembocadura del río Valdivia. Fuimos al primero, el Fuerte de Niebla, en autobús, bordeando el ancho río. Estaba cerrado pero pudimos contemplar desde su magnífica ubicación toda la desembocadura. Nos recuerda mucho a Figueras y a la ría del Eo; en general todo Valdivia es muy parecido, en la vegetación y los paisajes, a Asturias. Bajamos al puerto para tomar una barca a la isla Mancera (Mansera, como dicen aquí), pero cuando estábamos paseando por la playa la niebla avanzó rápido y cubrió toda la isla. Decidimos entonces volver a Valdivia, mejor dicho, a la Isla Teja y visitar el jardín botánico, que está en el campus universitario. Una caminata estupenda por lo bonito del parque y porque pudimos conocer nuevas especies de árboles autóctonos.
Comemos en el centro algo rápido y nos vamos a coger el autobús hacia Puerto Montt. Llegamos allí ya por la tarde. Fuimos caminando al hostal por un barrio típicamente porteño que contaba incluso con la pegajosidad del aire que suele salir de los locales de alterne.
El hostal es una casa con vistas al mar. Eliana, la señora que lo lleva, es encantadora. En la cena nos cuenta acerca de la zona y de Chile en general. Nos da muchos datos interesantes.
-Ana-
Fotografías
Elegantes cisnes de cuello negro
Barcas al sol
Jardín Botánico
-Luis-
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