El 21 de Agosto de 2007 empezamos un viaje para recorrer algunos países de Sudamérica: Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hemos creado esta bitácora para ir anotando las cosas que pasan a espectadores como usté.
Habrá dos territorios separados: uno lleno de lo que Ana haya visto y el otro no.

Que lo sepas...

“Durante mucho tiempo estuve pensando que la vida, la vida de verdad, estaba aún por empezar. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que debía solucionarse en primer lugar, algún asunto inacabado, ocupaciones, deudas por pagar. Finalmente me di cuenta de que todos esos obstáculos eran mi vida. Esta forma de ver las cosas me ha enseniado que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Así que valora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie. La felicidad es un viaje, no un destino." (Souza)

CXXXIII (31/12/07) Puerto Natales, CH

El Calafate, Argentina - Puerto Natales, Chile
Viajamos a Puerto Natales, Chile, otra vez. El recorrido por Argentina y Chile es en zig zag, cruzando varias veces los países. Nos
llevaría más tiempo recorrer los dos de norte a sur. Llegamos a la una. Teníamos bastantes cosas que atar, como el viaje en barco, la cena de Nochevieja, etc. pero como era víspera de fiesta casi todo estaba cerrado. Buscamos un sitio para cenar y no fue fácil, pues todos estaban reservados. Conseguimos una mesa en un restaurante con un menú apetecible. Pasamos unas horas en internet felicitando el año a la familia. Con todo el ajetreo olvidamos la comida, así que entramos a un café y nos comimos una empanada, no demasiado, pues nos queremos reservar para la cena. Regresamos al hotel, descansamos y nos preparamos para salir.
El restaurante era pequeño y no tenía mucha gente, pero poco a poco se fue llenando y tomando más color. Cenamos muy rico y nos reímos mucho con las fotos que nos hicimos a nosotros mismos (también por el vino). Cuando dieron las doce, la gente se levantó y se abrazaron unos a otros. Todos pasaron por nuestra mesa y nos abrazaron también con un sentimiento muy sincero al que respondimos agradecidos. Fue entrañable. Estábamos solos pero lo pasamos bien.

-Ana-


Abrazos
Estábamos a doce mil kilómetros de casa, tratando de ignorarlo y haciendo de esa noche última del año un constructo que pudiera permanecer entre los almohadones calefactados de nuestras memorias por largos años. Conocíamos la dificultad de la tarea, pero le dábamos de lado a nuestro conocimiento y a nuestro destino. Actuábamos lo más ingenuamente que podíamos.
Unos brasileños comenzaron a abrazarse entre ellos, al poco rato de entrado el nuevo año. El vino hizo que su entusiasmo se desplazase como un virus a otras mesas del restaurante. Ellos eran los felices portadores del virus.
Los abrazamos con emoción y franqueza y en ese momento nos apenaba un poco el hecho de no conocerlos algo mejor para poder disfrutar ese acercamiento humano lleno de una magia que tantas veces nuestro individualismo enfermizo borra.
Un sencillo abrazo hará sin duda que esa noche permanezca en nuestro recuerdo; así de fácil y así de complicado.
-Luis-

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