El 21 de Agosto de 2007 empezamos un viaje para recorrer algunos países de Sudamérica: Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hemos creado esta bitácora para ir anotando las cosas que pasan a espectadores como usté.
Habrá dos territorios separados: uno lleno de lo que Ana haya visto y el otro no.

Que lo sepas...

“Durante mucho tiempo estuve pensando que la vida, la vida de verdad, estaba aún por empezar. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que debía solucionarse en primer lugar, algún asunto inacabado, ocupaciones, deudas por pagar. Finalmente me di cuenta de que todos esos obstáculos eran mi vida. Esta forma de ver las cosas me ha enseniado que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Así que valora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie. La felicidad es un viaje, no un destino." (Souza)

XXX (18/09/07) Santa Cruz, BO


Santa Cruz, Bolivia
Nos vamos al centro de la ciudad. Hay muchos edificios de la época colonial, con patios interiores y largos soportales. Algunos están deteriorados, pero los que rodean la hermosa plaza 24 de Septiembre, están en muy buen estado. La catedral, de ladrillo, que está en la misma plaza es sencilla pero majestuosa.
Existe una diferencia considerable en el costo de las cosas, en comparación con Brasil. Aquí es mucho más barato. Eso y la facilidad del idioma en común, hacen más cómoda la estancia.
Luis se cortó la baba y el pelo en una barbería, como las que ya no quedan en España, y le dejaron recortadito como un galán de telenovela.
Comemos en un patio soleado, nos tomamos un enorme helado de chocolate en la plaza y luego una cerveza en un café muy europeo. ¡Qué día tan ajetreado!
Nos equivocamos con la dirección del micro de vuelta a casa, por lo que llegamos al lado opuesto de la ciudad, donde había un mercado nocturno que llamó mucho nuestra atención. Volvimos en el mismo micro, pero en sentido contrario. Total: una hora y media de viaje.
-Ana-

Columnas
Las columnas son el signo distintivo de esta plaza y de esta ciudad. Los soportales se extienden por muchas de las calles del centro (ya sean edificios antiguos o modernos; ya sean columnas elegantes de madera, con un pequeño adorno para romper su fina verticalidad, o columnas gordas y bien alimentadas; ya sean pilares monocromos, uniformes o invadidos de letras que anuncian los comercios que alojan). A pesar de las estrechas aceras, de las estrechas calles, las columnas se imponen, dando un carácter protector y sinuoso a los paseos. Creemos que en época de lluvias se agradecerán estas extensiones de los tejados, que permitirán esperar un micro, fumar un cigarrillo o charlar simplemente. Nos imaginamos la lluvia aquí como una densa y cálida cortina gris.
-Luis-

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