Sucre es una ciudad harto colonial y guapinga, guapinga, como diría un cruceño.
Recorrimos una parte del centro que tiene muchìsimos edificios de estilo colonial con balcones tallados de madera y grandes patios interiores. Hay diecisèis iglesias de diferentes estilos. El conjunto arquitectònico del centro urbano es Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Estuvimos en el edificio más antiguo, del S. XVII, que ahora es el museo colonial y antropológico. El guardia de seguridad se pasó el rato recostado en un baúl de madera tallada con incrustaciones de hueso y metal de estilo mudéjar.
Subimos harto hasta el mirador de La Recoleta, desde donde se puede ver toda la ciudad y comimos en una terraza-jardín en la plaza del convento.
Visitamos tambièn el museo textil etnográfico, en el que aprendimos las diferencias entre los tejidos realizados por la cultura jalq´a y la cultura tarabuco. Allí pudimos ver a una mujer jalq´a tejiendo en su telar. Hablamos un rato con ella. Cuando volvimos a pasar a su lado, se había dormido encima del telar.
http://www.bolivianet.com/asur/museosp.htm
Más paseos y una cerveza (hoy sí, sin mal de altura).
-Ana-
En una galerìa del museo etnográfico textil una mujer jalq´a trabaja en silencio. Està arrodillada frente a un telar antiguo, hecho a mano. Teje lentamente, pero con gran seguridad. De vez en cuando, un grupo de visitantes se para a su espalda y la contempla con admiracióm. Pasa el tiempo y está cansada. Las piernas hace horas que se le han quedado dormidas. Se inclina ligeramente hacia delante, apoya la cara sobre su trabajo y su cabeza sigue a sus piernas.
Apenas ha dormido quince minutos, pero al despertar ya sabe còmo terminar ese animal con cuatro jorobas y plumas en las patas. Le va a poner cabeza de gringo. Con la nariz roja por el sol.
-Luis-
1 comentario:
antes de abandonar los relatos X y llegar al hito de una sola letra, pienso que ahora es cuando más se nota el amontonamiento de días: XXXIX, nada menos. Con esto ya podeis haceros un motivo tarabuco o incluso echaros una siesta jalq´a sobre el cólchón de muelles que forma el numeraco.
El caso es que no se a vosotros, pero a parte de la coña jeroglifica, a mi me parece que poco tiempo es, que el tiempo es poco, que los días pasan tan rápido como pasan los árboles y las montañas desde la ventanilla de un autobús, que los kilómetros que vais contando no me dan ni para templar un poquito el motor, que necesito más, que no pareis, que ahora que teneis el ritmillo, ya va a salir todo rodao.
Bueno, que para cuando llegueis a la L mañana (la L de "luisyana") me echaré un gran trago a vuestra salud.
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