El 21 de Agosto de 2007 empezamos un viaje para recorrer algunos países de Sudamérica: Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hemos creado esta bitácora para ir anotando las cosas que pasan a espectadores como usté.
Habrá dos territorios separados: uno lleno de lo que Ana haya visto y el otro no.

Que lo sepas...

“Durante mucho tiempo estuve pensando que la vida, la vida de verdad, estaba aún por empezar. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que debía solucionarse en primer lugar, algún asunto inacabado, ocupaciones, deudas por pagar. Finalmente me di cuenta de que todos esos obstáculos eran mi vida. Esta forma de ver las cosas me ha enseniado que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Así que valora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie. La felicidad es un viaje, no un destino." (Souza)

XXXVIII (26/09/07) Sucre, BO


Sucre, Bolivia
Llegamos a Sucre sin dormir, sucios y cansadísimos. Fuimos al albergue, contentos a pesara de todo, pues no notamos ningún síntoma del Soroche (mal de altura). Salimos a dar un paseo y situarnos. A medida que caminábamos nos íbamos sintiendo más débiles. Yo comencé a marearme. Paramos a tomar un trimate (té de coca, manzanilla y anís), pero no mejoraba. A mí se me sumó un dolor de cabeza un poco pesado. Regresamos al albergue y las cuestas de las calles eran como subir un ocho mil. El corazón se me salía por la boca y me faltaba el aire. Nos acostamos unas horas para restar el cansancio a todos los síntomas.
Nos levantamos un poco mejor, pero no bien. Nos tomamos en un café de la plaza un té de coca que mejoró un poco el asunto. Cenamos no mucho y sin alcohol, como aconsejan, y nos fuimos a dormir.
En lo que pudimos ver de Sucre se adivina una ciudad blanca, colonial, hermosa. Si el soroche nos deja, la descubriremos mañana.
-Ana-
Nota: Sucre está casi a 3000 metros sobre el nivel del mar.

Esclavitud comercial
Nuestros patrocinadores nos han propuesto la creación de un premio a la participación, para lo que podríamos regalar un botijo de triple chorro (última tecnología) a los mejores comentarios. Nosotros, en cambio, pensamos que mejor nos quedamos el botijo y os dejamos beber de vez en cuando.
-Luis-

1 comentario:

Ainda dijo...

La tarde de domingo no se ha llenado de carrusel, ni de lamentos por el accidente de Alonso.
La ventana que las últimas semanas no conseguía abrir, ha estallado en mil pedazos gracias al privilegio de contar con dos amigos tan generosos como para compartir su alegría, sus vivencias y sus días con nosotros.
Llevo varias horas, leyendo lo leido, riendo lo reido y llorando lo no llorado.
Pero hoy sí me asomo al balcón que nos brindais.
Os agradezco la liberación que me habeis dado y la recarga necesaría para estas letras.
Nos acordamos mucho de vosotros y celebramos vuestra valentía.

Luso cuida de Anita Dinamita.
Anita cuida de Luso.

Los dos, nos habeis cuidado con la ilusión que os hemos robado.