El 21 de Agosto de 2007 empezamos un viaje para recorrer algunos países de Sudamérica: Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hemos creado esta bitácora para ir anotando las cosas que pasan a espectadores como usté.
Habrá dos territorios separados: uno lleno de lo que Ana haya visto y el otro no.

Que lo sepas...

“Durante mucho tiempo estuve pensando que la vida, la vida de verdad, estaba aún por empezar. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que debía solucionarse en primer lugar, algún asunto inacabado, ocupaciones, deudas por pagar. Finalmente me di cuenta de que todos esos obstáculos eran mi vida. Esta forma de ver las cosas me ha enseniado que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Así que valora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie. La felicidad es un viaje, no un destino." (Souza)

LI (09/10/07) Oruro, BO

Oruro, Bolivia
Vamos al Museo Mineralógico. Como yo no fui a las minas de Potosí, este fue mi primer acercamiento. El museo es una antigua mina a la que se accede por una iglesa, un poco raro. Recorrimos una galería en desuso, en la que había unas pobres vitrinas con algunos aparatos de principios de siglo utilizados para la extracción de mineral. En el grupo que entró con nosotros había una señora mayor con la vestimenta típica. Nos extrañó que entrara al museo, pero pronto se desveló el misterio: entró para llevarle ofrendas (entre ellas, una bolsa de hojas de coca) al Tío de la mina, el dios al que los mineros adoran.
Una vez visto el museo, intentamos ir a unas aguas termales, los Obrajes, a las afueras de la ciudad. Pero, como no, el bus acababa de salir y hasta tres horas después no salía el siguiente. Desistimos. En su lugar, fuimos a uno de los dos grandes mercados que hay en Oruro. Cualquier paseo por cualquier mercado de Bolivia es una fiesta de colores. Frutas, telas, sombreros,...
Comemos y seguimos el paseo hasta un mirador desde el que vemos toda esta inatractiva ciudad y a dos grupos de escolares ensayando una coreografía totalmente descontrolada. El evento más famoso de Oruro es la celebración del carnaval (se llama Diablada) y es un pasacalles en el que participan todos. Hasta febrero tienen tiempo de mejorar.
-Ana-

Poco Oruro
La ciudad de Oruro es fea. Es algo así como el patio trasero de una casa en la que nunca entran visitantes y eso hace que se vaya llenando de cosas viejas y sus paredes se vayan desconchando. No hay un guiño a la belleza en toda la ciudad. Los edificios son sosos y funcionales y están bastante descuidados. Un pequeño parque, junto a la plaza 10 de Noviembre, o 6 de Agosto, o 8 de Septiembre,... la plaza principal, vamos, es lo que podría salvarse de la quema. Grandes árboles proporcionan una agradable sombra durante el día y la iluminación nocturna es acogedora e invita a sentarse un rato. El resto de la ciudad es puro ladrillo, ya sea de arcilla o adobe.
Su trazado es, en la parte que hemos conocido, el típico damero colonial, pero quedan muy pocos restos de ese pasado.
Oruro es, como Potosí, una ciudad minera. En su día, como Potosí, fue un rico y extenso centro urbano (el segundo del continente; Potosí, el primero). Potosí tiene 2000 edificios catalogados como coloniales. Oruro, como mucho, tendrá cinco, ¿por qué?
La otra cara de Oruro es la comercial -en el centro de la ciudad hay dos mercados muy grandes-. Predominan los electrodomésticos y la electrónica. Los miércoles, incluso, uno de ellos se extiende tanto que ocupa 10 o 12 cuadras completas. En él compran al por mayor y por menor gran parte de los comerciantes de Bolivia.
-Luis-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Joaqui, fíjate lo que hace nuestra hija mayor! ... Luis, a ti también te queremos.

Tras muchos días de hacernos el firme propósito de leer vuestro Blog, hoy lo hemos hecho, y debemos decir que vuestro viaje casi nos ha emocionado tanto como un poema de Kavafis que leímos en una ocasión. Os transcribimos el poema, pues pensamos que ahora para vosotros estará lleno de significado. Un abrazo.

ITACA
Si vas a emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencia, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en loa emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperlas y coral, y ámbar y ébano,
perfúmenes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca.
Rico en saber y vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.

(Constantino Kavafis)

Sara y Joaquín

Anónimo dijo...

que paseis buenas vacaciones.
victoria.

De verdad que lo ha escrito la peque. Besos. César.