Viajamos a La Paz en un autobús cómodo y limpio y por una carretera asfaltada. ¡Por fin!
Como en los autobuses constantemente entra gente a vender comida y bebida, compro una especie de masa frita que, milagro, sabía a tortilla de patata. Disfruté muchísimo.
Llegando, desde lo alto, ya se divisan las dimensiones de esta ciudad. Está metida en un hoyo y forma como un embudo sembrado de casitas.
Después de acomodarnos en el hotel que está en el centro, dimos un gran paseo: mercados, catedral, mercados, calles coloniales, mercados, plaza central. Aquí, con un gran despliegue militar "de bonito". Vimos a Evo Morales salir del Palacio Legislativo para dirigirse a sus oficinas en el Palacio Presidencial (seguido de toda la corte). Hoy se celebraban los 25 años de democracia después de una serie de gobiernos dictatoriales.
Volvemos a la zona del hotel esquivando coches, autobuses, gente, carritos de venta ambulante,... y cenamos en un bonito café.
-Ana-
1 comentario:
¡Hola! Nos sigue encantando leer vuestro blog. Cada día nos crecen más los colmillos......
Estoy de acuerdo con Graci, yo también quiero un "matecito de pupusa".....el otoño es un poco duro.
A la vez que estoy escribiendo, oigo a Adolfo decir: -Podríamos venderlo aquí, en Asturias, y añade: - ¿Cómo crees que empezó el de "Red Bull"? ....... en fin, Ana, creo que a tu hermano se le va la olla de vez en cuando.
Por cierto, Luis, te veo en baja forma. Me parece increíble que no sacaras una de tus "fotos perdidas" a aquella señora alemana en triciclo en el Salar de Uyuni (día 6/10/07). Perdida, desencajada, desorientada. Perseguida a cierta distancia por su fiel marido, también alemán, me imagino. Os juro que aluciné con aquella situación. Me imaginaba a aquella señora alta, delgada y desgarbada, con una pobre melena albina, piel enrojecida por el sol, pantalones a cuadros escasamente sujetos por un cinturón, camisa blanca al viento y sandalias con calcetines.... Y me pregunté: ¿por qué no iban juntos? ¿por qué en triciclo? ¿perdidos?...en fin.....me imagino que con todo lo que teníais alrededor, aquello apenas os llamó la atención.
Bueno, voy a dejarlo ya. No quiero agobiaros.
Un día de éstos, Andrea os volverá a escribir, y esta vez espero que sin faltas de ortografía.
Os echamos de menos y OS QUEREMOS...
Por cierto, el anterior comentario lo escribí en mayúsculas por despiste, no por egocentrismo ¡eh!
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