El 21 de Agosto de 2007 empezamos un viaje para recorrer algunos países de Sudamérica: Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hemos creado esta bitácora para ir anotando las cosas que pasan a espectadores como usté.
Habrá dos territorios separados: uno lleno de lo que Ana haya visto y el otro no.

Que lo sepas...

“Durante mucho tiempo estuve pensando que la vida, la vida de verdad, estaba aún por empezar. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que debía solucionarse en primer lugar, algún asunto inacabado, ocupaciones, deudas por pagar. Finalmente me di cuenta de que todos esos obstáculos eran mi vida. Esta forma de ver las cosas me ha enseniado que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Así que valora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie. La felicidad es un viaje, no un destino." (Souza)

LXXXVIII (15/11/07) Huacachina, PE

Pisco-Paracas-Huacachina, Perú
Vamos a Paracas, a 20 Km de Pisco por la costa. De ahí tomamos una lancha a motor que nos lleva a las islas Ballestas, una reserva natural donde habitan miles de aves, leones marinos y pingüinos.
El viaje fue muy bonito y pudimos ver delfines saltando alrededor de un barco pesquero y miles de cormoranes volando en bandadas en busca de comida.
Las islas están sólo habitadas por dos personas, que son los guardianes. A parte de ellos nadie puede pasear por ella, sólo rodearlas con la embarcación, desde donde ves los animales.
Los pingüinos nos parecieron simpatiquísimos por su forma de moverse; los lobos marinos, nos recordaron a San Francisco y los pelícanos, aquí, son mucho más esbeltos que los que tantas veces vimos en México: despeinados y poco estilizados. Disfrutamos mucho.
De regreso a Pisco charlamos un rato con unos compañeros de hotel y nos contaron que habían estado en Ica haciendo sandboarding (surf en la arena). Nos dieron la información suficiente como para cambiar nuestros planes y hacer una parada allí.
Salimos de Pisco a las 11, en un autobús atestado de gente. Dos horas después estábamos en Ica, donde tomamos un taxi a Huacachina, donde se practica el surf. Es un oasis pequeño en medio de un desierto de dunas muy altas.
Nos acomodamos en un hotelito muy bonito con una gran terraza mirando al lago situado en el centro del oasis.
A las cuatro salimos al desierto en un "coche de tubos" (buggy). La velocidad que alcanza es muy alta y por las dunas el paseo se convierte en una montaña rusa. Después de varios gritos por mi parte, el piloto se paró en lo alto de una duna y nos dió unas tablas dce snowboard. Nos explicó como usar las tablas y yo fui la primera en tirarme y lo hice tumbada boca abajo sobre la tabla. Es una subida de adrenalina increible. No dejé de gritar en toda la bajada, me reí muchísimo. La segunda vez, cuando llegué abajo salí despedida y di varias vueltas sobre mi misma. Nos reímos todos mucho. Después más subidas y bajadas con el buggy y a cada rato parada en una duna mayor que la anterior para deslizarnos. La última era demasiado para mi y no me tiré.
Comenzó a atardecer y estuvimos en medio del desierto embelesándonos con el ocaso.
Fue la mejor experiencia hasta ahora, aunque esto también lo pensé con el canoping, el caballo, las cataratas, Uyuni...
Fuimos a cenar relajadísimos después de la descarga de gritos y risas. Nos volvíamos a reir recordando los detalles. Antes de dormir dimos un paseo por la ciudad-oasis.
-Ana-

Fotografías






-Luis-

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi me despistais porque yo os voy leyendo al día , mejor dicho esperandoos a que escribais ya qu e a veves obro el blog un montón de veces y no habeis escrito, pero después me poneis las fotos y me las pierdo así que ahora cada vez que entro hago todo el recorrido. Un abrazo Dori