No madrugamos, más bien dormimos toda la mañana después de una mala noche debida al dolor del herpes. No nos dió tiempo a hacer todo lo que queríamos. El plan inicial era ir a Achao (otra isla pequeña) y de regreso ir a Dalcahue, pero las combinaciones de bus y el poco tiempo no lo permitieron. Fuimos sólo a Dalcahue, un pueblo pesquero típico con mercado de domingo y una de las iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad. Es de madera y tiene una estructura típica del norte de Europa. Las artesanías de esta zona no son 
especialmente atractivas, pero nos compramos un par de tonterías. También nos llama la atención que en el mercado se venden todo tipo de algas secas en tiras. Suponemos que son para comer, pero no sabemos.El resto de la tarde la pasamos en el autobús de regreso, primero a Castro y de ahí a Puerto Montt.
-Ana-
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