El 21 de Agosto de 2007 empezamos un viaje para recorrer algunos países de Sudamérica: Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Hemos creado esta bitácora para ir anotando las cosas que pasan a espectadores como usté.
Habrá dos territorios separados: uno lleno de lo que Ana haya visto y el otro no.

Que lo sepas...

“Durante mucho tiempo estuve pensando que la vida, la vida de verdad, estaba aún por empezar. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que debía solucionarse en primer lugar, algún asunto inacabado, ocupaciones, deudas por pagar. Finalmente me di cuenta de que todos esos obstáculos eran mi vida. Esta forma de ver las cosas me ha enseniado que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Así que valora cada momento que vivas y recuerda que el tiempo no espera por nadie. La felicidad es un viaje, no un destino." (Souza)

CXXVII (25/12/07) Ruta 40, AR

Ruta 40, Argentina
Nos vamos al lugar donde nos recoge el autobús, a las 6:30. Como nosotros van llegando los demás pasajeros, entre la gente que continúa la fiesta navideña.
Por suerte sólo somos doce ingenuos (pues este trayecto de la Ruta 40 es un poco caro) en un autobús de cincuenta plazas.
Fueron trece horas de trayecto de muy variados paisajes: el lago Nahuel Huapi y los bosques de coníferas que lo rodean; un gran valle de álamos, unos cien kilómetros más al sur y pura patagonia, sin vegetación apenas, sólo algún arbusto.
La carretera cruza en línea recta sin una curva por kilómetros y kilómetros. Hicimos varias paradas cortas en alguna gasolinera de algún pueblo perdido. Llegamos a Perito Moreno -pueblo- donde estaba todo cerrado pues hoy, aunque no nos acordamos en todo el día, es Navidad. Sólo una heladería con dos ordenadores estaba abierta. Gracias a eso pudimos acabar de planificar el viaje hacia el sur.
Compartimos cuarto con un chico vasco y con una alemana. No es muy agradable.
-Ana-

Literatura y Patagonia
La Patagonia Argentina es algo así como una glamourosa diva, todos la desean pero termina durmiendo casi siempre sola. Su esencia más fundamental, en la que enraízan sus endurecidos arbustos o de la que nace ese viento que sopla casi sin volutas, es contradictoria. Como todo lo contradictorio, también es literaria.
Las librerías argentinas y chilenas están salpicadas por un chaparrón patagónico que nace en los históricos relatos de aventureros encallecidos, sigue con expediciones militares y científicas y finaliza en multitud de cuentos y leyendas sobre los pueblos que la poblaron.
La marca “Patagonia” vende por sí sola.

-Luis-

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